lunes, 24 de agosto de 2009

JARETA, EL CRÍTICO ¿“JUSTO”?

Tengo mucho miedo, amigo mío, que el tan vapuleado concepto “globalización”, quiebre la identidad de los pueblos, siempre sostuve que presentía un trasfondo turbio en este concepto.
- Ayer amigo,…. Hey amigo, ¿estás allí?
- Sí loco, siempre estoy aquí, te dije que siempre iba a estar con vos.
Decía, que ayer leí un artículo muy interesante acerca de este término, me preocupa mucho no sacar la frase que voy a expresar fuera de contexto, porque siendo así perdería todo valor lo que voy a decir. La nota en cuestión comenzaba con un planteamiento, decía:

“La humanidad vive en un planeta cada vez más global. ¿Cuál es el desafío presente y futuro de la relación entre hemisferios, continentes y hombres?”

La respuesta a esta pregunta, también me conmovió, recalco que sólo es una parte de la respuesta, pero ya me preocupó esto:

“Esta globalización significa una nueva etapa de la historia de la humanidad y de la tierra que se caracteriza por que todos los pueblos, culturas, tradiciones, religiones se encuentran en un lugar único, la casa común, el planeta tierra.”

La nota en cuestión, en su totalidad, me parece muy inteligente, sin embargo me preocupa la utilización del algunos conceptos en ella “pueblos, culturas, tradiciones” hay otro término, “iglesia” incluido entre ellos, que me no preocupa tanto porque considero que la iglesia sectoriza, eso ya lo dije en otra oportunidad, y eso a pesar de intentar siempre universalizar sus prédicas, es su base y fundamento. Es probable que la intención sea buena, “globalizar la fé”, me refiero a la iglesia, pero los hombres somos muy corruptos y buscamos siempre tanto poder, que degeneramos el término, entonces la iglesia sectoriza, recalco esta idea, recordar a “San Agustín” “La iglesia es una, santa y prostituta”. Pero la “globalización” es peor aún, según mi punto de vista, porque justamente ataca, por su misma naturaleza, las culturas y tradiciones de los pueblos, aunque la idea sea “unificar”, según la respuesta que el autor le da a la pregunta anterior. Eso me preocupa mucho, amigo mío, porque una de las acepciones de esta noción de “cultura” asegura ser el “Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”, idea que encierra un valor muy supremo que se caracteriza por la transmisión de valores, conceptos, elaboraciones, de todo un pueblo y que se transmite de generación en generación, o sea que asegura lo que se conoce con el nombre de “tradiciones”.
Alguno podrá preguntar, por qué “ataca, por su misma naturaleza, las culturas y tradiciones de los pueblos”, porque, amigo mío, cada pueblo tiene su propia idiosincrasia, cada pueblo se ha construido en base a un esfuerzo unificado, a valores propios, y códigos propios que le dan su identidad, eso es supremo para cada sociedad de este mundo. Razón por la cual ratifico la idea de que la globalización ataca las culturas y tradiciones de los pueblos, las desconoce, las ignora. Es así como nace un requiebre social en el mundo entero. No podemos ser tan “globalizados”, estar tan subsumidos, entregados, supeditados, subordinados, a este concepto que nace como consecuencia de remarcar la “Tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”, no incluyamos en esta idea, como se pretende “inconcientemente” poner en “la misma bolsa” todo lo demás, incluso las culturas, tradiciones, religiones, con la idea de la “casa común” que sostiene el autor de este artículo; y que quede claro que no lo estoy criticando, en absoluto, porque esta opinión no es exclusiva de él, es una visión muy compartida por el mundo, que nace de aceptar, no sé con qué intención, esta sumisión barata ante el poder universal de una sociedad, que no lo neguemos, gobierna según su propia conveniencia, es decir, mira siempre para afuera en beneficio de sus propios intereses, esa es la singularidad de ese pueblo, al cual respeto, pero no a su ideología, ¡Ojo!, tampoco soy “comunista”, por las dudas, lo digo por algunos que fueron tachados se ser tal, incluso deportados por serlo, ¡Pobre Carlitos Chaplin!, no?
- Sí, estoy de acuerdo con todo con lo que afirmás, ¿pero este “raye” fue un requiebre de tu salud mental? o bien, ¿estás a punto de filosofar acerca de esta idea?
Querido amigo, Descartes, afirmaba “dudar de todo”, era lo que se conocía como un “Racionalista Moderno”, aceptar como valedero sólo aquello que se presente “claro y distinto al intelecto humano”; lo cual amerita la crítica absoluta de todo cuanto se diga y se nos presente no tan claro a nuestra razón; por qué, porqué él afirmaba la idea del “genio maligno”, este concepto sostenía que había algo debajo de cada afirmación, podría ser una intención escondida, que astutamente pretendiera engañarnos, según la conveniencia de alguien. Por eso no creo en “la Iglesia”, porque si bien fue creada por Dios, según su saber absoluto, he allí la pureza de su intensión, el hombre destruye todo, el hombre es un “animal de costumbres” que todo lo transforma según su propio interés. Por ello tampoco creo en la sociedad aquella que mencioné, no por su gente, tampoco por su Bandera, sino por su ideología, como expresé. Algo turbio hay siempre por debajo de sus intenciones, una vez manifesté un dicho de mi tía Julieta, Ja Ja: “cuando los yanquis lamen tanto, mmmm….. “Parecen nadadores que nadan sin rumbo por cualquier riachuelo”, pero agregaría yo, “siempre con un cuchillo escondido bajo el poncho”.
También sostengo que alguna vez tenemos que alcanzar la autenticidad y dejarnos de “cinchar p´al norte ¡canejo!, como dijera “Patoruzú”, nuestro personaje autóctono, vaya mi homenaje al gran Dante Quinterno, su creador, dejar de hacerlo para no ser tan “vendidos”, el hombre vendido me da repugnancia, porque carece de personalidad, no tiene coraje, se “baja los pantalones ante el mejor postor”


¡Vamos Jareta todavía!, ya estás con un paso afuera, ¡sos nuestro ídolo!, ¡kpo!

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