sábado, 7 de febrero de 2009

EL LOCO JARETA - AMENÍSIMO

Días atrás, a las cinco de la mañana fui a la casa de D. Honorio, un policía amigo que me pidió un favor muy grande. Él, aprovechando las vacaciones de su esposa, que trabajaba mucho, decidió ir de vacaciones a Córdoba, Carlos Paz, más específicamente. Decía que esta zona le daba ganas de vivir, alimentaba sus deseos de trabajar y así soportar el largo trajín que los policías deben enfrentar durante 3 o 4 días de todo el año. Me parece muy bien, le dije, uno tiene que estar preparado para todo un año de arduo trabajo. D. Honorio me pidió si yo era capaz de pintarle el comedor y el living de la casa, y con mucho gusto, acepté la propuesta. Fui con el loco Tipi, un gordo fantástico, que no tiene un solo pelo de tonto, para más exactitud es pelado, sin arrugas en la cara, a pesar de sus 60 años bien llevados, sus arrugas, que las tenía, estaban estiradas por los locros, asados, pucheros y demás cosillas que le servían de alimento, ¿buen tratamiento de belleza, eh?. Lo cierto es que, el trabajo en cuestión no era mucho, se trataba de ambientes pequeños, un living confortable, que se comunicaba a través de dos puestas corredizas con un hermoso comedor, una mesa con doce sillas ocupaba el centro de esta última sala y un servidor amplio y largo, junto la pared derecha.
Decidimos poner manos a la obra y lo primero que hicimos fue ubicar la escalera, rasquetear y luego enduir las imperfecciones de la pared. Más tarde nos pusimos a pintar. Yo en lo alto de la escalera le daba al techo con brocha gorda, estaba pintando con mucha concentración, porque quería que el trabajo quedara bien, cuando, de repente el loco me dice, “¿Eh amigo?, agárrate de la brocha que quito la escalera”.
Siempre dije que mi amigo era muy servicial; para pintar la casa de D. Honorio, nos levantamos a las tres de la mañana, Tipi tocó a la puerta de mi casa a las tres y media, yo por hacerle una broma le dije “no hay nadie”, y él me dice, “menos mal que no he venido”.
Cuando viajábamos a la casa de nuestro fortuito cliente, lo hicimos por tren. El viaje fue bastante rápido, íbamos en el primer coche para llegar con el tiempo suficiente, Sentados en uno de los asientos, Tipi me dice “Oye amigo te fijaste que rápido pasan los postes” y yo le contesto en forma lógica “Sí, mañana viajaremos en poste, llegaremos más temprano aún”,… la eficiencia siempre me está llamando.
Tipi es un tipo sensacional, es muy humilde pero precavido, para despistar a los ladrones él tiene una puerta pintada en el frente. Varias veces hemos ido con otros locos amigos del hospital en el que vivimos. Tipi nos esperaba en la esquina porque nuestros compinches desconocían la casa de nuestro compañero. Los locos iban de a uno para abrir la puerta, el primero intenta abrir la puerta y lógicamente no pudo, Tipi se reía. Al rato llega otro de los locos y tampoco puede abrirla y Tipi continuaba riendo, el último loco, era más vivo y le pregunta: “hey , hey ¿por qué te ríes tanto?”, y Tipi le contesta, Ja porque yo tengo la llave.
Tenemos recuerdos imborrables de la Institución en donde nos alojamos, aprovechando que estábamos comiendo en casa de Tipi nos pusimos a recordar momentos muy graciosos de nuestras travesuras diarias en el hospicio, los locos somos gente muy divertidas, algunos no lo parecen porque se ríen para adentro. Coloco, un muchachito muy simpático, rememoraba uno de esos momentos, le decíamos así porque él afirmaba que siempre estaba acompañado por su sombra, que eran inseparables, decía…: “¿Te acordás, cuando estábamos en el campo de atletismo rodeados por cien vallas y aprovechamos para escaparnos? Ja, ja ,comenzamos a correr desaforadamente, saltamos una, dos , tres……., cuando llegamos a la noventa y nueve tomamos una sabia decisión y dijimos: estamos muy cansados amigos, volvamos hacia atrás y mañana lo intentamos de nuevo. ¡Qué cara de sorprendidos tenían nuestros cuidadores y médicos!, nunca se imaginaron nuestro atrevimiento,... escaparnos del loquero, ja.
Sí, Ja, Ja, me acuerdo. Y vos, te acordás cuando Cochete, el tarta, quería ir al un bar, a pedir un vermut, y se puso a ensayar en la sala, ja, ja.…… Cochete empieza: Ver-ver-mmmut, verrrr-mut, vermut, ahora me sale, dijo. Entonces se va al bar, muy contento, y el mozo le dice “¿qué desea?”, él responde, muy seriamente. “vermut”. Ja, al otro día ensaya otra palabra: ca-ca-ca-f-f-fé, ca-fe, café, ahora me sale, decía. Se va al bar, el mozo le pregunta: “¿Qué desea?, él muy seguro dice: “café”, pregunta el mozo, ¿con azúcar o sin azúcar?, y Cochete contesta, desesperado: “vermut”, Ja……
Otro loco cuenta lo suyo: ¿Te acordás cuando Juanete y Cotonete estaban preparando el árbol de Navidad. Y Juanete le dice a Coto: avisame si encienden las luces, y el otro le contesta: sí-no-sí-no-sí- no.

Bueno, amigos, así somos los locos, a veces sí, a veces no, a veces locos, a veces no tanto, pero siempre alegres. ¿Por qué?, porque somos felices y vemos este mundo tan loco, con alegría. Tan es así que decidimos bautizar a la casa de Tipi “LOCAL DE REUNIÓN DE AMIGOS”, y recuerden todos. AL MUNDO LO TENEMOS QUE VER DE ESTA MANERA, ……….. CON MUCHO AMOR.


CARLOS A. BADARACCO
14/01/09


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