jueves, 12 de febrero de 2009

JARETA, EL ATACADO DE AMOR

¿Hey Jareta, cómo andás?.........Jareta,… ¡pero mirá vos el apodo que me vinieron a poner!…Ja, Ja,…Jareta… Pero, me pregunto, ¿qué cosa querrá significar “jareta”? Le pregunté, el otro día a un loco amigo, muy delirante él, y me dijo:
- La jareta, amigo mío, es un dobladillo que se le hace a la ropa para introducir una cinta, un cordón o una goma, y sirve para fruncir la tela, me dijo…
- ¡Oia!, sorprendido yo,…ja, ¿y qué tiene eso que ver con mi existencia?, le pregunté.
- Es muy fácil, la jareta, es un dobladillo, un pliegue, que como remate se hace a la ropa en los bordes, doblándola un poco hacia adentro dos veces, para coserla., agregó
- Si, ¿y?
- El doblez de la tela, es el bien y el mal, Jareta,…sos vos, ¿te das cuenta?, sos vos…, y yo…, y todos, todos los locos del mundo…, y, por dentro del doblez pasa tu forma de pensar, que es el cordón, tu subjetividad…, como decís vos, Jareta. Y con eso fruncís la forma de ser del mundo como vos querés, como se te antoja, lo manejás, de aquí para allá, vas y venís, sos y no sos, aclaró.
Y me quedé pensando, le agradecí, y seguimos caminando, cada uno por su propio camino.
De repente, me sentí grande, el dueño del mundo, me dije, ja, ¿qué me contás?, el dueño de toda la realidad, del bien y del mal. Soy Jareta, a veces irascible otras no, a veces ido y luego venido, a veces contento, otras asustado, a veces lírico y otras dramático. Soy Jareta, amigos, decía contento… ¿muy contento?, ¿y por qué me preguntaba yo eso, ahora?,… ja, y porque a todos nos gusta saber cómo somos, de dónde venimos y adónde vamos. Todos nos hacemos esas preguntas, cuando estamos solos, con nosotros mismos.
Me encontré de repente, hablando solo,… bueno esa es otra característica que tienen los locos. Pero seguí igual, los otros locos, pasaban por mi lado, y me gritaban – Che Jareta, ¿te atacó?, ¿te atacó, Jareta?
- Sí, les grité, sí; soy el loco más feliz del mundo, el más feliz, el más feliz, el…más…fe…liz, de repente, me iba escondiendo en mi mismo. ¿Y qué es el mundo?, me pregunté. Ahí se me acabó la alegría. Un globo pinchado, me dije, ¿Por qué tuve que comparar al mundo con un globo pinchado? ¿Por qué?, y me contesté, el mundo de los valores es el globo y está trastocado. En seguida comenzaron a pasar por mi cabeza:
La responsabilidad: ¿dónde está la responsabilidad?, la de lograr la felicidad del mundo entero, sin fronteras de ningún tipo, ¿dónde está, el amor que debemos tenerle al ser humano para que su vida sea plena?, La honestidad: si honestidad significa, ser “decente o decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, probo, recto y honrado”, eso dice el diccionario, entonces, me pregunto, ¿para dónde va el mundo? ¿A dónde fuimos a parar?
Yo nací para ser feliz, para mirar al “otro” y mirarlo de frente con sinceridad, generosidad, decencia, solidaridad, prudencia, docilidad, sensibilidad… así me enseñó mi viejo, los viejos santos de mi barrio, mis maestros, el Dr. Antonio Molina, mi Prof. querido, los demás profes, Bercú, Sanfis, y otros, que hoy venero y que son los que marcaron mi vida, los que influyeron para ser como soy,... bueno…, no loco…, pero entonces…, ¿todos ellos eran locos?,… ¿qué loco no?.
Hay otros valores que me tienen preocupado, la gratitud, la gratitud al hecho de haber nacido, de haber aprendido, de ser, y comprender, de amar y ser amado, de sentir y hacer sentir, de conocer y reconocer, ¿qué cosa, Jareta, que cosa?, pues el sacrificio de los que quieren bien al mundo, los que comprenden, los que son desprendidos porque el mundo lo necesita; los que son optimistas; los que le dan gracias a la vida, por ser vivida. ¿Y qué más Jareta, qué más te preocupa? Me preocupa…., el amor, el amor…el amor…¡hay, el amor!, ¡cuánto me preocupa el amor!, el amor que une; que respeta; que perdona, aunque no olvide; el que supera las guerras en pos de la paz, recordando siempre que la guerra es el fracaso de la razón; el amor de aquel que procura superarse y tiene paciencia para ser; el que es sencillo, bondadoso, amigo leal; el que practica la alegría de vivir; el que se pone al servicio del “otro”, con sencillez, comprensión y bondad, para transmitir la felicidad, la fidelidad, la sobriedad, porque reconoce vivir en un mundo libre y entonces respeta la libertad de los demás; el que actúa con honestidad y lucha con voluntad creciente por el amor a la paz; el que es perseverante y valiente en su proceder auténtico, y encima procura ser el líder del amor; el que practica la crítica constructiva y la comunica en forma comprensiva, respetando al ser del “otro” con bondad e intención de superación. ¿Qué se yo?, se me ocurren tantas cosas,… ¡tantas cosas!,… ¿qué se yo?,… ¿qué se yo?…. ¿qué se yo?

HEY JARETA, DESPERTÁ, DESPERTÁ AMIGO, ¿TE ATACÓ?, ¿TE ATACÓ, JARETA?, VOLVÉ, VOLVÉ, AMIGO

CARLOS A. BADARACCO

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