domingo, 1 de febrero de 2009

EL LOCO JARETA: ¿UN MÍSTICO, AHORA…?

Hoy, luego de despertarme, parecía haber en mi mente miles de personas, pequeñas personitas que decían y desdecían, hablaban y se contestaban, dibujaban ilusiones y no, también las destruían; tantas ideas se tiraban al platò. Tantas ideas, se concentraban en mí intelecto. Algunas inexplicables, otras claras y precisas, pero todas tenían un sentido profundo. Alguna de ellas querían como justificar que soy un loco, otras intentaban definirme y definir al mundo, otras reclamaban salvar a la humanidad, otras, en cambio, resueltamente, revolucionarias, ambicionaban proyectarse al mundo, a la historia, al presente y al futuro. ¿Qué raro trajinar hay en mi mente?, ella es una estructura en constante discurrir y fluir, cuya intención, definitivamente, es provocar a mi entorno. Por ejemplo, no sé quién leerá esto, pero sí sé que a partir de ese momento, el lector ya no será el mismo. Siempre las ideas contagian, transforman, incitan a pensar, a plantarse frente a ellas, a rechazarlas y a aceptarlas, a tomar decisiones a deshacerlas, buscar otros caminos y a volver sobre ellos. ¡Qué maravillosa estructura es la mente!, la mente de un loco como yo, se entiende. Si tú te sientes identificado con mis pensamientos o te dejas llevar por mis propósitos, entonces estás tan loco, como yo, y siéntete feliz de ello, porque los locos, indiscutiblemente, están destinados a incitar, estimular, azuzar al mundo: a molestarlo, a irritarlo, inducirlo, alborotarlo. Somos los señalados, los iluminados, los marcados, los estigmatizados para lograr transformaciones, para iniciar revoluciones. Y, sí, pretende contradecirme, porque ese es mi propósito, hacerte pensar, discernir, discurrir, como lo hago yo, provocar tu mente, de loco a loco, así lo veo. Al fin y al cabo, dicen: “La obsesión es el mal de la ignorancia, el disenso es muestra de inteligencia”, y también se afirma: “Si piensas como yo, no eres tu”.
En “Carta de un loco” [Cuento. Texto completo] de Guy de Maupassant, se observa la siguiente frase: “el ser interior que constituye el yo se halla en contacto, mediante algunos hilillos nerviosos, con el ser exterior que constituye el mundo”. En esta publicación el autor destaca una experiencia muy particular. Estando frente a un espejo en el cual no se veía, pudo observar, cómo actúan los sentidos, cómo estos nos relacionan con el mundo. El mundo en la publicación estaba representado por el espejo, y aclara que: “Y en ese espejo empiezo a ver imágenes locas, monstruos, cadáveres horribles, toda clase de bestias espantosas, de seres atroces, todas las visiones inverosímiles que deben acosar la mente de los locos.” Lo que no aclara Maupassant, pero que sí queda expresada en su frase, es la idea de que toda la visión del espejo era la que le presentaba metafóricamente al mundo, con toda su inmundicia. Un mundo que “debe acosar la mente de los locos”. Es indudable, los locos y los filósofos estamos llamados a transformar el mundo. Sócrates afirmaba: “soy como un tábano que se posa sobre un caballo, que lo incita, lo persuade, para que se mantenga en vigilancia”
Mientras volaba con estas ideas, un amigo se pone en contacto conmigo, al hacerlo, Claudio , otro loco idealista, me hizo escuchar dos canciones, pero ellas traducían un sentimiento religioso. Hablaban de Cristo y de su lucha. Las escuché con sumo respeto y al final, me di cuenta que Él, era tal cual yo lo había descubierto desde hace mucho, un loco revolucionario dispuesto a cambiar el mundo, y lo está haciendo aún, procurando que nosotros nos sumemos a su lucha.
Los locos tenemos distintas formas de encarar al mundo, lo hacemos desde variadas perspectivas, pero todas tienen una intención, hacer que la humanidad sea mejor, y por sobre todo, buscando el “amor” de los demás:
¡Qué maravilloso!: leyendo una página de Internet descubrí un mensaje. El autor del mismo se proclamaba “escritor”. Él decía:

“Buenas noches a los que me leen, ahora, por la noche.
Buenos días a los que me leen desde el trabajo, en una pausa o escondidos.
Buenas tardes a los que me leen por la tarde, desde casa, medio aburridos.
A todos mi gratitud y mi aprecio. Si un día me veis caminando por la calle y os apetece, no dudéis en pedirme un abrazo: pues lo deseo”.
12 Diciembre 2006 11:55 PM



¡HEY LOCO, PARA UN POCO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario